Bar Casa Santa Comba - Chao de Pousadoiro, Lugo

José M. M. B.

BAR CASA SANTA COMBA y O CHAO DO POUSADOIRO, LUGO
El Concello Ribeira de Piquín tiene como “capital” a Chao de Pousadoiro, un pueblín con unos 35 vecinos donde se centralizan las instalaciones que sirven para el mantenimiento del Concello, que tiene una población de unos 500 habitantes. Además del ayuntamiento, Chao tiene un centro de atención médica con enfermera y asistente diariamente, que visita un médico 2 veces por semana: una farmacia que abre mañana y tarde; un despacho de loterías; una playa fluvial con servicio de bar; 2 bares más; dos restaurantes, uno de ellos a 400 mts, en el Mirador de Barcia, del que ya hablamos en su día, (muy bien , por cierto); 2 pequeños super; una ferretería ; la funeraria… Es decir, es un pueblo bien dotado que, además, goza con labelleza del río Eo, que lo baña y enriquece.
Otra de las riquezas de Chao son sus gentes. Sus vecinos están acostumbrados a la presencia de esos forasteros que vienen cada día a realizar sus labores profesionales, que suponen un número mayor del doble de la población censada. También de los que realizan las labores de la extracción de las maderas de sus inmensos bosques de los gigantescos eucaliptos blancos que sobrepasan, a veces, los 90 mts.
El Bar Casa Santa Comba está en la carretera LU-751 km 12/13, distancia que lo separa de Meira, sitio al que se recomienda adoptar como inicio de cualquier viaje. Las otras carreteras que llevan a Chao son algo peligrosas, salvo la LU-4606 y LU-4806, más pasables. Por cierto, al conducir por la LU-751, hay que olvidarse de la velocidad permitida que indican las señales, pues podemos encontrarnos con una de 90 cuando, realmente, no podremos tomar la curva a más de 50.
El Santa Comba lo regenta un matrimonio que están en la sesentena (más cerca de cruzarla él que ella), que atienden al cliente con una afabilidad y dulzura deliciosas. Ella es Mariluz, una gran cocinera y activa trabajadora que lo mismo atiende la cocina que el pequeño super de alimentación y hogar, que sirve en la barra y allega sus deliciosas tapas a los parroquianos. Al mediodía y a media tarde, al concluir sus labores los trabajadores pasan por el Santa Comba a suavizar el gaznate con las bebidas que les sirve el marido de Mariluz, Tonito, hombre callado, pero simpático, generoso y muy capaz en su trabajo, antes de ir a sus casas a comer. Y los viajeros, como mi esposa y yo, al acabar nuestras rutas de senderismo, recalamos en el bar para recibir el afecto y atenciones, tanto del matrimonio como de los parroquianos, que dada su sociabilidad nos han acogido siempre como uno más de ellos.
A veces comemos en Santa Comba; sólo basta que Mariluz nos hable de un arroz con carne que ha guisado; o de unos callos con garbanzos que le salen “chipén”. Otras por unas gambas al pilpil que las hace justas de picante… Los huevos fritos con el chorizo casero y patatas fritas; las ensaladas de pasta con bonito y mahonesa; los bocadillos de tortilla de jamón o de chorizo; torrecnitos; y diversos tipos de empanadas que le sirven también para las ricas tapas que pasea en platos que se agotan y renuevan continuamente. Son platos caseros preparados con la calidad de la experiencia y la generosidad. No hay gran variedad, pero lo exquisito de lo que ofrece es muy respetable; y su precio muy económico.
Chao y toda la ribera del Eo cercana, podrían incrementar el número de visitantes con tan sólo mejorar y divulgar sus rutas senderistas, algo muy necesario que el alcalde, que ya mejoró mucho la información sobre ellas hace años, debería tomar muy en serio. La zona, ópima y feraz, es Reserva de la Biosfera del Eo, Oscos y Tierras de Burón. Los árboles y plantas frutales te aportan sostén para el esfuerzo y desgaste en el caminar. Manzanos, perales, ciruelos, higueras, zarzas moras… te permiten realizar tu recorrido llevando sólo agua. Y a la vuelta, una caña en Santa Comba con la atención y el cariño de ese matrimonio de Tonito y Mariluz; siempre solícito y generoso, y la conversación y amigabilidad de los parroquianos, ya amigos.

Javier R.

La verdad que nos sorprendieron las raciones caseras y abundantes , la atención muy buena parece que estábamos en nuestra casa .

Lo recomiendo 100x100 .

Marco A.

Llegamos por casualidad y fue todo un acierto, trato familiar, esmero en complacer nuestras necesidades, solo buenas caras, algo tan sencillo como un bocata lo convierten en superlativo, empezando por el pan, Galicia es tierra de maestros panaderos jamón rico y tomate de los que ya quedan pocos. Gracias por hacernos sentir como en casa a 5 apasionados de la bicicleta que solo estaban de paso.

Lucia G.

Es el bar de toda la vida, en el que gozas de un trato excelente y te encuentras como en casa! Luego están las tapas q están para chuparse los dedos... recomendable 100%

Ana B. C.

Buen sitio para reponer energías con sus abundantes y deliciosas tapas. Personal encantador.

Antia D.

Buen trato, buenos precios y tapas caseras! Muy recomendable!!

Adri V.

Abre y cierra cuando les da la gana,no cumplen horario

jose F. G.

Buen sitio para potear. Buenas tapas.