Bar Sinxelo - Ferrol, A Coruña

Cristina V.

Haciendo una parada en Ferrol nos encontramos con Sinxelo. Llamamos para reservar en el mismo momento, unos 15 minutos más tarde estábamos comiendo.
Para dos personas pedimos los 3 platos de las fotos.
Trato perfecto y muy amable.
Comida con la cantidad adecuada de comida.
Baños limpios.

Volveremos cuando visitemos ferrol.

Cristina M.

Llevaba mucho tiempo queriendo ir a Sinxelo, había oído hablar muy bien y teníamos que probarlo.
Fuimos en grupo lo cual era una ventaja para poder pedir más variedad y probar más platos.
El lugar, muy acogedor, local pequeño pero con una decoración muy acogedora.
Todos los platos que probamos me encantaron, no podría decantarme por uno más que otro porque todos estaban buenisimos. Acompañamos la cena con un par de botellas de godello, agua y cervezas.
A la hora de pasar a los postres,pues... más de lo mismo, pedimos uno de cada para probarlos y estaban riquísimos. Sabía que podiendo la milhoja de crema acertaria seguro pero, tanto la torrija con helado de jengibre como el chocolate me lo pusieron difícil para poder decantarme por alguno.
El trato de Laura y su equipo fue muy cercano y en todo momento estuvieron muy atentos de cualquier cosa que pudiéramos necesitar.
Sin duda alguna, repetiremos la experiencia. Recomendable 100%, eso sí, siempre con reserva, sino será complicado que podáis disfrutar de este maravilloso restaurante.

Rafael S.

Nuestra primera vez, y desde ya va a ser un sitio al que volveremos bastantes veces. Comida de calidad, presentación acorde a la calidad del producto, atención y asesoramiento de sobresaliente. Un gusto tener sitios así en Ferrol

David V.

Me ha gustado mucho este sitio. Los platos y cantidades están pensados para compartir. Para dos personas pedimos los mejillones, un brioche de cerdo ibérico, el prensado de rabo de vaca y el arroz de langostinos con mayonesa de lima. Estaba todo muy rico. (El postre, helado de jengibre con manzana asada, también nos gustó mucho). La sala era también muy agradable, con ambiente, pero a la vez con una distancia suficiente entre mesas para estar cómodo y tener cierta privacidad. El servicio también fue excelente y muy eficiente.

Raquel V. P.

Había opción de menú degustación o raciones en la carta.
Esta vez nos decidimos por pedir varias raciones y un par de postres.
Todo lo que pedimos nos encantó.
Repetiremos seguro.

Jose L. M. V.

Es una auténtica joya gastronómica Los platos son una explosión de sabor, con ingredientes frescos y combinaciones creativas. El ambiente es acogedor y el servicio impecable. La relación costo-beneficio es excelente. ¡Se lo recomiendo a todos los amantes de la buena comida!"

Hugo

Hemos disfrutado de una comida riquísima acompañada por una atención exquisita por parte del personal del restaurante.
Pedimos un menú degustación con 6 salados y dos postres por 38€+3 de suplemento:
-Tartar de atún rojo (3€ de suplemento por incluirlo en el menú).
-Bollito de tinta de calamar relleno con guiso de choco con mayonesa de chipotle y lima.
-croqueta de jamón ibérico.
-Saam de oreja.
-Arroz de langostinos,con salsa americana y mayonesa de lima.
-Albóndigas de carne de vaca.
-Milhoja de crema pastelera.
-Fresas con mascarpone.
A mayores pedimos:
-3 recuerdos de infancia.
-un bollito de tinta de calamar.
-Unas croquetas de jamón ibérico.
-Un arroz de langostinos para dos.
-una torrija con chantilly de limón.
-Un bizcocho de chocolate con ganache de choco blanco,toffee de chocolate dulce y perlitas crujientes.
Ha sido una experiencia genial. Buena relación calidad precio.
Fuimos cuatro y pagamos 30€ por persona.
Repetimos seguro.

José M. M.

Esta vez poco puedo matizar, salvo que me gustaría que algún o todos los platos fuesen un poco más abundantes, pues siendo acertado el resultado, carente de "peros", siempre ansías un bocado más, pero bueno, supongo que es el criterio de la casa, que permite - en una vis constructiva - probar más cosas y así disfrutar de una cena variada, que en definitiva es siempre mi planteamiento.
Nos sirvieron un pan muy rico con aceite Isbilya, profundo, untuoso, sabroso, como entrante de la casa, mientras descorchaban el Mestres Coquet elegido, para mí inferior al Visol de la misma marca, este último con 6 meses en barrica y sin adición de azúcar, lo que quizá marca la diferencia con el Coquet, con dos fermentaciones en botella ( ambos son producto del tri-varietal clásico de la zona, coincidiendo incluso en el porcentaje de Xarel-lo, al 45% ).
Comenzamos con una berenjena asada, con cremoso de maíz al wok y aliño de kimchi y soja. Muy sabrosa, aunque apenas un par de bocados que, como antes dije y ya no repetiré, te dejan con ganas de más, por lo bien lograda que está.
Proseguimos con un igualmente sabroso Guiso de faba Mandilín, con pequeños trozos de chistorra y huevo a baja temperatura. Un plato armonioso, cada elemento en su punto correspondiente y conseguido, nada pesado, al contrario de lo que pudiéramos pensar, con un regusto final ligero y que dibuja en el rostro una sonrisa de sobresaliente.
Cerramos con un arroz de langostinos, con salsa americana y mahonesa d lima, que le daba un tenue punto cítrico. El arroz, meloso, objetivamente hablando, que supongo es el pretendido por el cocinero para este plato y que para mí es un acierto.
El postre fue un milhojas de crema pastelera, o lo que hoy en día así llaman reposteros y restauradores, pues consta de un hojaldre superior y otro inferior como base, en pieza singular a modo de capa. Conseguido en su textura y sabor, al igual que la crema, aunque yo lo llamaría hojaldre de crema pastelera y dejaría la acepción de milhojas para quienes siguen sirviéndolo al modo tradicional, mucho más próximo a la definición.
Buena crema de orujo de remate.
Servicio atento, amable y empático. Un diez.