Bar Vaticano - Cea, Province of Ourense

Raul E. F.

Madre mia lo encantados que estamos de haber llegado a Cea. Nos hemos topado con el bar Vaticano, regentado por un matrimonio encantador Manolo y Benedicta. Rebosan simpatía. Muy buenas personas. Estuvieron hablando con nosotros casi toda la tarde/noche, contándonos la historia del bar y de como y porque lo montó como lo montó . En fin les doy un 10 porque no se puede más. Espero volver a verlos para que prueben la orxata, que extraordinariamente NO la conocen. Jajaja. Seguimos el camino con 2 amigos más. Nada que decir de su súper detalle. Vino blanco y orujo caseros!!! Un abrazo. Elena y Raul

Pedro J. L. O.

Totalmente desorbitado siendo donde es. Servicio tardío, a desgana y a precios de calle Serrano en Madrid.

Por no hablar de la dispersión del camarero que prefería estar departiendo con los lugareños antes que atender su propio negocio. Opción totalmente respetable si no fuera porque tuviera el bar a rebosar de gente.

Por último, tenemos la sospecha de que tienen unos precios para autóctonos del lugar y otro para peregrinos, porque estoy seguro de que 8.8€ por tres cañas no lo paga un local.

Xana V.

Llegamos a la terraza y tuvimos que pedir que nos atendiesen . Unos minutos más tarde llegaron dos mesas más y a las otras mesas le sirvieron con sus respectivos pinchos . A nosotras ni pinchos y nos cobraron al momento como si fuésemos a marchar sin pagar … somos moteros , no ladrones ! Ni volveré ni lo recomendaré. Una pena porque siempre se agradece tener un bar donde parar en la ruta
Trato pésimo

Jose F.

Tranquilo y acogedor. Buena atención. Perfecto para una parada si haces el camino de Santiago.

Abraham G.

Sali mas religioso que cuando entre. Unos cuantos cuadros del papa tanto de Venedizto como de Francisco. Un sitio agradable donde tomar algo. La señora te atiende muy bien

Pablo

Bien para un café, aunque no tienen demasiadas cosas para desayunar.

Joseán

En mi caso no tengo buen recuerdo del sitio porque tras entrar al bar y saludar a la señora que estaba en la barra lejos de atenderme siguió hablando con otros clientes a pesar de tras esperar hasta 2-3 minutos tuve que volver a llamarla para que me atendiera. Lo mismo ocurrió para pagar. Ni caso! Estaba más ocupada con la conversación que en atender. Me fijé que todos tenían una tapa con la consumición, yo no la tuve.

Ana R.

Manolo (el dueño) es un hombre afable, y sus clientes son amigos (la clientela es fija), por lo que suele pasarse por las mesas a saludar y preguntar por la familia. Le ayudan su mujer, y a veces, su hija. Son encantadores. Con mi sobrina siempre tienen un detalle (chuche). Supongo que lo harán con todos los niños de la clientela fija...
Los Peregrinos paran para comer, pero sólo tienen bocadillos. No sirven comidas.
Cuando hay terraza (verano) es muy agradable sentarse en alguna de las mesas.
Suele estar lleno a la hora del vermouth (los domingos) y por las tardes. La clave son ellos.